La insólita coincidencia de cosmología y poesía, la
alianza de filosofema y metáfora, bastan para conferir a
la obra de Lucrecio un sabor al que no puede perma-
necer indiferente el hombre de nuestra época, enfrentado
a la exploración del universo y nostálgico de una poé-
tica rigurosa y magnánima. No le será fácil, en todo
caso, sustraerse a la fascinación de una figura que se
presenta, al mismo tiempo, como ancestro de Dante y de
Newton, de Goethe y de Einstein. Sin embargo, la sin-
gularidad de Lucrecio no reside precisamente en esa
conjunción. El sentido profundo (y, por lo demás, bas-
tante patente) de su obra reside en la utilización de la
filosofía natural y del arte poético como órganos terapéu-
ticos. Porque Lucrecio es, ante todo y sobre todo, un
filósofo de la liberación interior. No, sin duda, un
idcólogo o un revolucionario, no un luchador social o un
político empeñado en la liberación de las clases oprimi-
das o de los pueblos subyugados, sólo accidental y secun-
dariamente un iluminista, pero esencial y primordialmen-
te un pensador empeñado en liberar al hombre de sus
propios fantasmas y un médico dedicado a curarlo del
miedo a los dioses, al destino y a la muerte. Su propó-
sito básico consiste en evitar a la frágil criatura humana
el dolor que la circunda y la penetra, dolor arraigado en
el temor a la nada infinita, al destino implacable, a los
dioses vengativos e imprevisibles. Su originalidad se cifra
en el hecho de que, para lograr tal propósito, no sólo se
vale de la filosofía natural (como Epicuro) sino tam-
bién de la poesía (y de una poesía más cercana a la
épica de Homero que a la lírica, frecuentemente arrai-
gada en el dolor y la finitud del hombre, de Simónides
o Alceo). Lucrecio, filósofo de la liberación, se inscribe
así en la línea de Dante y en la de Newton justamente
porque se ha inscrito ya en la línea que va de Buda
hasta Freud. Y ésta es, a nuestro juicio, una razón más,
la más poderosa de todas, que reclama la atención de
nuestros contemporáneos. Este libro intenta una exége-
sis analítica y crítica centrada en la interpretación del
poema lucreciano como mensaje liberador. Intenta pre-
sentar a un filósofo occidental empeñado en liberar al
hombre de sus miedos y angustias a través de la ciencia
de la naturaleza y quiere mostrar la realización de ese
afán liberador en cada una de sus doctrinas científicas
o filosóficas.
Ilustración: Briton Riviere
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